A veces, un simple paquete de alimentos o un nuevo par de zapatos que se regala en el nombre de Dios vale más que mil sermones sobre el amor y la compasión.

Donde algunos ven las necesidades y el dolor en el mundo con desesperación o falta de interés, OM ve la gran oportunidad y el privilegio de servir a los pobres, marginados y olvidados.

Nos comprometemos a estar en la vanguardia mundial de ayuda y desarrollo. Esta podría ser la respuesta a desastres que salva vidas, literalmente, la reconstrucción difícil de comunidades devastadas o crear dignidad en personas a través de capacitaciónes y pequeños negocios.

Ayuda y desarrollo también moviliza a los cristianos en todo el mundo para expresar su preocupación y compasión de manera práctica, como apoyar los proyectos financieramente o participar como voluntario donde se necesita ayuda.

Los receptores saben que son cristianos que han venido a ayudar y que permanecen mucho tiempo después de que los medios de comunicación se han ido. Los gobiernos reconocen no sólo los altos estándares éticos que se demuestra, pero también el amor por su pueblo. Por lo tanto, se forman asociaciones para el futuro de sus naciones.

Todo lo que hacemos en el ministerio de ayuda y desarrollo es para la gloria de Dios. Trabajando con OM podrías ayudar a una mujer joven a dejar una vida de trata, a un niño discapacitado integrarse en la sociedad o a aldeas enteras a salir de la miseria absoluta. Es un trabajo duro, pero las recompensas son grandes.

Vas a ser tan transformado como los a cuaies estás sirviendo, y el primer descubrimiento será la profundidad de las necesidades del mundo. Sin embargo, el segundo descubrimiento será lo poderoso que Dios es en medio de ellos, como su compasión se demuestra a través de personas como tu.

Alístate. Ensúciate las manos. Demuestra el amor de Dios.