El río Mekong recorre la mayor parte del sudeste asiático y es fuente de vida para muchos de los países que lo rodean; Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam se benefician de su suelo fértil y del suministro de agua.  Así como el río Mekong trae vida física a la zona, el evangelio de Jesús puede traer transformación espiritual.

Compartir el amor de Dios en el Mekong

El aumento de seguidores de Jesús ocurre a menudo por el trabajo que realizan los creyentes de igual o similar cultura, que pueden contextualizar el mensaje del evangelio. Muchos cristianos locales también están caminando en el amor de Jesús a través de programas enfocados en victimas de trata, respuesta a desastres, formación vocacional y más.

Seguidores de Jesús en el Mekong
En la región del Mekong, el 70 % de los más de 240 millones de personas son budistas, y la mayoría nunca ha escuchado de Jesús ni conocido a un seguidor de Jesús. De hecho, los cuatro mayores grupos de personas de las zonas de Bama, Tailandia, Isaan y Khmer solamente tienen un 2 % de cristianos. La mentalidad de que el budismo es una parte intrínseca de la cultura e identidad de la comunidad, se ha generalizado en el Mekong. Puesto que algunos de los primeros cristianos enseñaron que seguir a Jesús implicaba abandonar la propia cultura, muchos en el Mekong ven el mensaje de Cristo como una forma de colonialismo, y por eso lo resisten.